Pequeños, ágiles y muy alegres, los perros de la raza Cairn Terrier son capaces de soportar las temperaturas más extremas. Hoy descubrimos a estos excelentes compañeros.
Origen
La raza Cairn Terrier tiene su origen en el Reino Unido, más precisamente en las Tierras Altas de Escocia. Allí se le utilizaba como perro de cacería, para rastrear a las presas y dar aviso de su ubicación.
La palabra “cairn” proviene del gaélico escocés (lengua celta) y refiere a las cuevas en las que habitan los zorros de la campiña escocesa.
Físico
Los perros Cairn Terrier son pequeños, aunque ágiles y de complexión fuerte. Se trata de animales proporcionados, con extremidades de tamaño mediano y musculosas; dientes grandes y una mordida perfecta.
El pelaje de estos ejemplares va de la cabeza a la cola y representa su principal defensa contra las inclemencias del tiempo. Está compuesto por una doble capa: una externa, de pelo abundante y áspero, y otra interna de pelo corto, suave y de mucha densidad.
Un Cairn Terrier promedio mide entre 28 y 31 cm a la altura de la cruz y pesa entre 6 y 7.5 kg.
Carácter
El perro Cairn Terrier se caracteriza por ser activo, alegre y muy valiente. Su firmeza y audacia demuestran que es un animal con confianza en sí mismo aunque, eso sí, no llega a ser agresivo. No es de ladrar mucho, salvo que se le deje sin cuidado u atención durante largo tiempo.
Cuidados necesarios
El tipo de pelaje de la raza Cairn Terrier hace que no se recomiende el corte tradicional con tijeras o máquina eléctrica. Para mantener la capa exterior, el pelo sobrante o “muerto” debe ser removido de forma manual y con cierta frecuencia.
Quien decida tener un Cairn Terrier en casa debe saber que les gusta hacer pozos en la tierra y perseguir objetos (reminiscencias de sus épocas de cazador). También necesitan hacer ejercicio a diario: una buena caminata es suficiente para mantenerlos en condiciones saludables.