Eurásico

El perro Eurásico es guardián, tranquilo y muy confiado. Descubrimos a este gran compañero para el día a día, al que le encanta relacionarse con su familia.

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Origen

El perro Eurásico, también conocido como Eurasier o Eurasian, tiene su origen en Alemania en la década de 1960. Un primer cruzamiento entre perros Chow Chow y Spitz alemán (Spitz tipo lobo) produjo ejemplares bautizados como “Chow lobo”; un cruzamiento posterior con la raza Samoyedo dio lugar a la raza que hoy nos ocupa.

Físico

El perro Eurásico promedio es un animal de tamaño mediano y lleva las orejas siempre erguidas. Suele ser más largo que alto, de cuerpo fuerte, cuello musculoso y espalda firme: estas características le otorgan bastante potencia a la hora de realizar actividad física.

El pelaje de esta raza varía en función del lugar del cuerpo que se observe. Generalmente muestra una capa interna muy espesa y otra externa de un largo mediano; el perro Eurásico lleva el pelo corto en la cara y las orejas, y largo y abundante en la cola.

Los machos suelen medir entre 52 y 60 cm de alto (altura a la cruz) y pesar entre 23 y 32 kg; las hembras miden entre 48 y 56 cm y pesan entre 18 y 26 kg.

Carácter

¿Qué esperar de un perro Eurásico? Quien adopte uno de estos ejemplares se llevará a casa a un perro tranquilo, muy confiado, que desarrolla vínculos muy estrechos con su familia y no se deja provocar fácilmente. Es una raza guardiana, que ladra cuando es preciso y se muestra muy recelosa de los extraños -aunque no violenta-.

Cuidados necesarios

El perro Eurásico promedio es un animal saludable, lo que no quiere decir que esté libre de padecer algunas enfermedades y condiciones. Las más comunes son la displasia de cadera y el hipotiroidismo; también se pueden observar problemas oculares como la presencia de entropión, ectropión y distiquia, por lo que se recomienda una revisión periódica de estos animales.