Volpino Italiano

El Volpino Italiano es un perro apegado a su familia, activo y muy guardián. Hoy aprendemos sobre este Spitz de origen milenario.

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Origen

El Volpino Italiano desciende de los Spitz europeos, que existen en el Viejo Continente desde la Edad de Bronce (periodo de la prehistoria que va del 1700 a.C. al 800 a.C., aproximadamente). Está emparentado con el Spitz alemán y es criado en Italia hace varias generaciones.

Los italianos reconocen y aprecian a los ejemplares de esta raza por ser grandes guardianes; también hay quienes lo llaman “el perro de Miguel Ángel” en referencia al famoso artista.

Si se preguntan de dónde viene su nombre, les contamos que la palabra “volpino” significa “zorrito”.

Físico

El Volpino Italiano es un Spitz pequeño, de cuerpo agradable y compacto al que podríamos llamar “cuadrado”: si lo medimos desde el hombro hasta el glúteo, obtendremos una medida igual a la altura a la cruz.

La raza se caracteriza por su pelo blanco, abundante y muy erizado, aunque también hay ejemplares rojos y color champaña (un color que la FCI define en su estándar como “aceptado, pero no deseable”).

¿Cuánto mide un Volpino Italiano? Un ejemplar macho puede medir entre 27  a 30 cm (altura a la cruz), mientras que una hembra puede alcanzar entre 25 a 25 cm. El peso de estos Spitz oscila entre los 4 y los 6 kg.

Carácter

Quién adopte un Volpino Italiano como parte de su familia, se llevará a casa un perro apegado a aquellas personas que conoce. En presencia de caras conocidas, un perro de esta raza se mostrará juguetón y confiado; ante caras extrañas sacará a relucir el lado guardián por el que es tan apreciado en su país de origen.

Aunque originalmente fue concebido como un perro guardián de ganado y animales de granja, el Volpino Italiano fue y es aceptado como mascota debido a su buen comportamiento y a su capacidad de adaptarse a cualquier ambiente.

Cuidados necesarios

Los perros de raza Volpino Italiano son considerados animales saludables, incluso más que otros canes de razas más conocidas. Sin embargo, se han reportado casos de luxación primaria de cristalino (PLL), una condición en la que las fibras zonales dejan de sostener al cristalino en su lugar, provocando desplazamientos que pueden ocasionar glaucoma y ceguera.

Esta condición también se ha identificado en otras razas (principalmente perros Terrier), lo que hace más que recomendable una revisión periódica a cargo de un profesional en oftalmología veterinaria.