Prolapso de membrana nictitante

El prolapso de membrana nictitante (PGN) es una condición por la cual la glándula lagrimal nictitante, o glándula de tercer párpado, se expone al exterior. Esto provoca la aparición de una deformación o tumoración en el canto interno del ojo.

*** Atención: este artículo contiene imágenes demostrativas de procedimientos quirúrgicos reales, que pueden herir la sensibilidad de los lectores ***

El PGN puede darse en uno u ambos ojos, en forma concomitante o separados en el tiempo, y actualmente no hay forma de prever su aparición. Es muy común de ver en los Bulldog (tanto inglés como francés), Shih Tzu, Pequinés, Carlino (Pug), Cocker y sus cruzas.

Causas y funcionamiento del sistema lagrimal

No está claro qué lo provoca el prolapso de membrana nictitante pero se maneja, sí, una fuerte influencia de origen genético.

El sistema lagrimal del perro está compuesto por una serie de glándulas que fabrican las lágrimas; un sistema canicular se encarga de llevarlas desde el ojo a la cavidad nasal una vez que han cumplido con su función. Es así que las lágrimas como tal están compuestas por varias fracciones: mucosa, acuosa y lipídica.

La glándula nictitante o de tercer párpado se encarga de producir entre el 50% y el 60% de esa fracción. Es por esto que ante el prolapso de la misma está contraindicada la extirpación. Esta práctica predispone a una enfermedad conocida como Queratoconjuntivitis Seca (también llamado “ojo seco”), entidad por cierto irreversible.

Tratamiento del prolapso de membrana nictitante

El tratamiento del prolapso de membrana nictitante es quirúrgico. En dicha intervención la glándula se reintroduce en su lugar original y se fija con una sutura. Este tipo de intervenciones arroja excelentes resultados y una solución definitiva al problema.

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