Leales, inteligentes y muy resistentes, los perros Kai son poco comunes hasta en su país de origen. Conocemos a estos animales atigrados y de muy buen carácter con su familia.

Kai Post

Origen

Los perros de la raza Kai son originarios de Japón y descienden de perros medianos. El nombre se debe a su lugar de procedencia: el distrito Kai (hoy prefectura de Yamanashi), una zona rodeada por montañas.

También se los conoce como “Kai Ken”, “Tora inu” y “Kai tora-ken”, y  fueron criados para la caza de animales salvajes como el jabalí. Se les señala como extraordinariamente capaces de formar y mantener una jauría.

En 1934 la raza Kai fue declarada “monumento natural”, una denominación compartida con la raza Hokkaido, de la que ya les contamos (leer más sobre los Hokkaido).

Físico

Los perros Kai son de tamaño mediano, fuertes y de musculatura desarrollada. De apariencia proporcionada, se destacan por su pelo atigrado y sus potentes extremidades, producto del terreno montañoso del que proceden.

Al igual que otros perros capaces de soportar climas extremos, los Kai tienen un pelaje en capas, con una interna de lanilla densa y suave y otra externa de pelo recto y duro.

¿Cuál es la altura promedio de un Kai? Un Kai macho mide en promedio 53 cm (altura medida a la cruz), mientras que las hembras alcanzan los 48 cm. Los ejemplares de esta raza pueden pesar hasta 25 kg.

Carácter

Los ejemplares de la raza Kai se destacan por ser animales vigilantes y muy inteligentes. Extremadamente ágiles y valientes, son excelentes cazadores.

¿Cómo se comportan los Kai en el hogar? Son leales hacia sus amos y reservados con los extraños, buenos con los niños y tienen un carácter por demás amistoso con quienes reconocen como parte de su familia.

Cuidados necesarios

Al tratarse de perros criados para la caza, los Kai requieren de bastante actividad física. Son excelentes nadadores, por lo que aprovecharán cualquier oportunidad para lanzarse al agua.

Pueden adaptarse a vivir en espacios pequeños, siempre que se les saque a pasear a diario y se les permita correr a sus anchas.